Las compras en línea de Kathy estuvieron fuera de control al punto que acumuló un enorme saldo en su tarjeta de crédito. Luego de que descubrí esto, ella recibió un poco de ayuda profesional, pero estoy teniendo problemas para perdonarle el secreto—y resiento los sacrificios que hacemos para pagar su deuda.

Ella dice: Quiero reparar la relación

Sé que Mark está molesto, y no lo culpo. Pero este despilfarro sucedió hace más de seis años cuando yo estaba deprimida—y realmente estoy restringiendo mis gastos ahora. Si Mark no puede perdonarme, ¿cómo podemos reparar nuestra relación?

¿Qué hacer?

El perdón y la misericordia son cruciales para que cualquier matrimonio dure. Jesús mismo nos llamó a perdonar no solo “siente veces, sino hasta setenta veces siete”. (Mt 18:22) La gracia de Dios puede ayudar a los esposos como Mark y Kathy a superar las heridas y a reconstruir su matrimonio.

A nivel psicológico, el perdón sucede a menudo en cuatro etapas. En la primera etapa, la persona reconoce que realmente se han visto afectados. En la segunda etapa, él o ella toma la decisión de perdonar. La tercera etapa consiste en el trabajo de perdón, y parece que Mark está luchando con esta etapa.

Mark se beneficiara si trata de ver las cosas a través de los ojos de Kathy. Kathy puede tener factores de estrés o necesidades no satisfechas que la llevaron a comenzar a hacer compras en línea en primer lugar. Estos factores de estrés no justifican su comportamiento, pero podrían explicarlo. Kathy no puede cambiar el pasado. Sin embargo, ella está haciendo todo lo posible para cambiar el futuro recibiendo la terapia necesaria y controlando sus gastos actuales.

Kathy podría ayudar comprometiéndose a ser totalmente honesta con Mark, no importa lo difícil que sea. Ella tiene que aceptar la responsabilidad por haber dañado su confianza, y ser paciente para recuperarla. Si ella también va con frecuencia a la confesión, Kathy recibirá el don de la gracia de Dios para reparar su matrimonio y evitar volver a caer en la tentación.

Si Mark logra trabajar en el perdón con éxito, podrá entrar la cuarta fase y encontrar la liberación de su ira. Él puede incluso encontrar un sentido a su sufrimiento. Luego una continuación, su relación conyugal podrá alcanzar la curación verdadera y total. Ninguno de nosotros es perfecto, sin embargo, Dios espera que nos perdona con los brazos abiertos si estamos realmente arrepentidos por lo que hemos hecho. Seguir el ejemplo de misericordia que Dios nos ofrece es difícil, pero a eso estamos llamados en el matrimonio sacramental.

Tenga presente: Nada en esta columna tiene por propósito proveer un diagnóstico médico o psicológico ni ofrecer un tratamiento u opinión.