Share this story


Hacer de la fe un estilo de vida en la familia

Instruye al niño en el camino que debe andar, y aun cuando sea viejo no se apartará de él”. - Pr 22, 6

Invertimos mucho tiempo, dinero y energía en nuestros hijos. Gastamos y planificamos para su educación, desarrollo social, aparatos dentales, campamentos y tantas otras cosas. ¡Todas son buenas y tienen un propósito tanto valioso como beneficioso en nuestra misión de criar grandes seres humanos! Pero lo más importante que podemos hacer por nuestros hijos es fomentar su discipulado y enseñarles a vivir de tal manera que Jesús sea verdaderamente el centro de su vida. Nuestra fe responde a todo lo que causa preocupación, miedo, desilusión o frustración. La fe es el modelo para construir una vida rica, exitosa, feliz y llena de gracia, y este es precisamente el deseo que tenemos para nuestros hijos. Aquí hay algunas ideas para ayudarlos a crecer en la fe.

 

Viva el amor

¡Porque Dios lo dijo! “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza. Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón. Las enseñarás diligentemente a tus hijos”. (Dt 6, 5-7) Ese tipo de amor llena la Escritura, y estamos llamados como padres a ofrecerlo abundantemente a nuestras familias. Usar las Escrituras de esta manera para ayudar a guiar nuestras acciones y las de nuestros hijos establece una base poderosa.

Haga brillar una luz sobre los sacramentos

No se limite a "ir a la iglesia". ¡Celebre la Misa! Trátela como si fuera una gran celebración familiar. Hable al respecto, prepárese leyendo las lecturas juntos antes de irse y hable sobre ellas después de la Misa. De camino a casa, cada persona, incluidos los padres, debe compartir algo que aprendió, un cambio que le haya inspirado a hacer, o algo que les llamó la atención durante la Misa. Prepararse para confesarse e ir a hacerlo juntos demuestra que se recibe y extiende la misericordia. La adoración eucarística o incluso una visita rápida a una iglesia vacía para “saludar a Jesús” enfatiza la importancia de incluir a Jesús en días regulares.

Extras visuales

Si nuestros hijos nos ven asistir a una Misa diaria o entran en una habitación y nos ven leyendo las Escrituras o rezando en silencio, les estaremos dando una poderosa imagen de un discípulo. Es imposible hacer que la fe sea importante para ellos, si no pueden ver que es importante para nosotros.

Si pone en práctica cualquiera de estas cosas, empezará a hacer que la fe deje de ser un evento obligatorio de una hora el domingo y se convierta en  una forma de vida.


Sheri Wohlfert es maestra de escuela católica, oradora, escritora y fundadora de Joyful Words Ministries. Sheri bloguea en www.joyfulwords.org.

Read this article in English! (Versión en ingles)