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Dr. Cathleen McGreal

Mi hija dice que ya no cree en Dios

P: Después de graduarse de la universidad, mi hija me dijo que ya no cree en Dios. ¿Qué puedo decirle que la ayude a pensar más profundamente sobre esta decisión?

R: Cada uno de nosotros tiene una relación única con Dios, cuyas profundidades no pueden ser percibidas por otros. Santa Teresa de Calcuta, por ejemplo, era conocida en todo el mundo por su sonrisa de consuelo y calidez mientras servía a los pobres con infinita compasión. Sin embargo, sus cartas privadas revelan que ella experimentó la noche oscura del alma: "En mi corazón no hay fe, no hay amor, no hay confianza, hay tanto dolor, el dolor del anhelo, el dolor de no ser querido. Quiero a Dios con todos los poderes de mi alma, y, sin embargo, aquí entre nosotros, hay una terrible separación ... " Ha de haber sido doloroso para su confesor, el Padre Lawrence Picachy, leer esas palabras, así como fue doloroso para ti cuando tu hija te habló. Ten en cuenta que nuestro amoroso Dios está inmerso en nuestros viajes espirituales.

Sé una oyente abierta.
Quizás el mayor desafío es evitar verte afectada emocionalmente cuando tu hija explica sus creencias. Responder de una manera defensiva o con réplicas enojadas interrumpe la comunicación sobre la fe. La fe no puede ser forzada en otros. En cambio, alienta el diálogo abierto que agrega profundidad a sus conversaciones. Intenta comprender el proceso que la llevó a declarar su incredulidad en Dios.

Acercándose a Dios
¿ Tu hija toma decisiones importantes basadas en el amor? El Papa Francisco, en su encíclica Lumen Fidei, escribe: "Quien se pone en camino para practicar el bien se acerca a Dios, y ya es sostenido por él, porque es propio de la dinámica de la luz divina iluminar nuestros ojos cuando caminamos hacia la plenitud del amor". Consuélate con el bien que hace por los demás, aunque no comprendas su camino espiritual.

Ora para que las interacciones con tu hija reflejen la voluntad de Dios en vuestra relación.
Mientras estuvo en Roma en 1979, la Madre Santa Teresa dio un discurso y dijo: "Muy a menudo me siento como un pequeño lápiz en las manos de Dios. Él escribe, piensa, hace el movimiento, yo solo tengo que ser el lápiz". Céntrate en que el camino de tu hija sea el de la bondad hacia los demás. Pídele al Espíritu que guíe tu vida para que sea un pequeño lápiz que guíe a tu hija hacia la plenitud del amor.