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Dra. Cathleen McGreal

Mi hija piensa que tengo favoritismo

P: Quiero a mis hijos por igual, pero mi hija piensa que tengo favoritismo. ¿Cómo puedo convencerla que la amo tanto como a su hermana?

R: Cuando vivíamos en una casa de tres dormitorios, nuestra hija mayor, Erin, compartió una habitación con nuestra hija más pequeña, Shannon. Los dos niños de en medio, Kaiti y Ryan, compartían una habitación también. Cuando compramos una casa de cuatro habitaciones, parecía obvio que Ryan, como el único chico, obtendría su propia habitación. ¿Pero cuáles de las niñas debería compartir un cuarto y cuál chica debería tener su propio cuarto? Varios amigos sugirieron que Erin debe tener su propio cuarto ya que era la mayor. Pero decidimos que Kaiti tendría su propia habitación. ¿Estábamos teniendo favoritismo? No, estábamos tomando en cuenta el temperamento y la personalidad de cada niño. Kaiti era independiente y valoraba la soledad. A los otros tres les gustaba la interacción con los demás. Los padres toman decisiones basadas en sus percepciones de lo que era mejor para cada niño; esto significa que los niños no son tratados de la misma forma, aun cuando se les amara por igual.

La socialización recíproca. Ser padres no es una calle de sentido único. En su lugar, los intereses y comportamiento de su hijo ayudan para tomar las decisiones como padre. Por ejemplo, si un niño muestra un interés temprano en la música, entonces los padres son propensos a enriquecer la vida del niño con la exposición a instrumentos musicales y diferentes géneros. Si un hermano se interesa por actividades al aire libre, entonces los padres pueden responder mediante el fomento de senderismo, empezar a coleccionar rocas y la exposición del niño a otras actividades saludables al aire libre. Utilizar un enfoque de molde podría conducir al aburrimiento, mientras que una coincidencia entre los intereses y actividades conduce a la confianza y aficiones saludables. De hecho, un interés desde la infancia podría convertirse en un pasatiempo gratificante para toda la vida.

Mantenga una comunicación abierta. Cuando haces diferentes opciones de crianza, explique por qué. A menudo se trata de una cuestión de nivel de desarrollo de un niño. Una niña de escuela elemental no puede tener la misma libertad que su hermana de la secundaria cuando se trata de actividades particulares. Anima a tu hija a utilizar la app “I Messages” para compartir sus sentimientos. Cuando una situación ocurre, en lugar de decir, "¡La prefieres a ella!", un niño mayor diría "Me siento excluido cuando pasas tanto tiempo leyéndole cuentos a ella", entonces puedes desarrollar un plan específico para la creación de interacciones adecuadas y apropiadas para cada edad. Escuchar con atención y con una mente abierta. Tal vez el sistema familiar es un poco fuera de equilibrio en relación con el tiempo y las actividades que se centran en solamente un niño. ¡Ayudar a sus hijos a aprender a comunicarse de una manera saludable es una habilidad que será valioso para ellos en sus relaciones futuras, en el hogar y en el trabajo!

Invite al Espíritu Santo para respirar sabiduría en sus retos de crianza. Tener en cuenta la reacción de cada niño para las decisiones que se tome para su desarrollo. Recuerde que debe tomar decisiones personales que reflejan su deseo de amar como Jesús nos enseñó.

La Dra. Cathleen McGreal es una profesora de psicología y directora espiritual certificada.