Hacer Del Domingo la Fundación de su Semana

¡Nada representa mejor el “trabajo en casa” que un niño de 5 años asomando su cabeza, en medio de una llamada de Zoom! O un niño de 2 años que decide que aferrarse a mi pierna para salvar su vida es mucho más importante que mi reunión táctica semanal. Durante los últimos 18 meses, tanto para el Equipo Burak como para muchos estadounidenses, el hogar se ha convertido en escuela, oficina, gimnasio y cine (hemos decidido presentarles a los niños el Universo Cinematográfico de Marvel, no me @). Los dormitorios se convirtieron en oficinas; las pantallas, en salas de conferencia; los viajes, en cuarentena; y, para algunos, el empleo estable se convirtió en la búsqueda de otra cosa. Esto ha llevado al surgimiento de una combinación sutil -pero también dañina- de estar constantemente listo y dispuesto a trabajar, pero también frustrado por hacerlo siempre. Combine eso con la accesibilidad irregular y comprensiblemente complicada a la Misa dominical. Mi esposa y yo nos dimos cuenta de que, si bien el trabajo duro es bueno y necesario, nos olvidábamos de cómo descansar. No recordábamos el Sábado.

Hay un adagio que dice que se debe trabajar desde su descanso, no desde su trabajo. Como la mayoría de los refranes, esto es fácil de decir, pero difícil de hacer. Dios nos manda a santificar el Día del Señor, porque sabe con qué facilidad la humanidad puede caer en la indebida autosuficiencia de trabajar constantemente. El domingo no es la culminación de la semana, sino el punto de partida. El descanso obtenido de un Sábado bien aprovechado debería ser un impulso para toda la semana. En lugar de ver el domingo como el final de algo, veámoslo como la base para vivir una vida, plenamente, el resto de la semana.

También debemos recordar que nuestra identidad la recibimos de un Padre amoroso, no se genera por lo que logramos. No somos lo que hacemos, sino lo que el Padre dice que somos; y nos llama “amados”. Glorifique y agradezca al Señor con su trabajo, pero no deje que afecte su identidad otorgada por Dios.

Seamos honestos, el trabajo es real y, a menudo, es difícil lograr un equilibrio saludable entre este y la vida. Así que comience con algo pequeño, reclame el domingo, recuerde su identidad como hijo de Dios y vea qué sucede.


ÉXODO 20, 11

Pues en seis días Yavé hizo el cielo y la tierra, el mar y cuanto hay en ellos, y el séptimo día descansó. Por eso bendijo el Sábado y lo hizo sagrado.


Pete Burak es el director de i.d.9:16, el programa de extensión para jóvenes adultos de Renewal Ministries. Tiene una maestría en teología y es un orador frecuente sobre evangelización y discipulado.